Algunas personas ven la era actual como una amenaza por la
traída de la tecnología, la culpan de sus distracciones y su bajo rendimiento. Sin embargo, con la tecnología y el internet
vamos a encontrar algunos de nuestras herramientas para convertirnos en
personas más organizadas. Muchos precisamente creen lo contrario, creen que hay
que alejarse de todo ello. Para ser productivos no hay que apagar el computador
o desconectar la red, sino aprender a eliminar la parte negativa que influye en
nosotros y aprovechar al máximo sus partes positivas, que son muchísimas y
están al alcance de nuestra mano.
DISTRACCIONES
Internet ha cambiado las vidas de todos y la inmensa mayoría de nosotros
damos gracias de que haya sido así. Sin embargo, las posibilidades que ofrece
muestran una gigantesca invitación a todo tipo de distracciones y pérdidas de
tiempo. Las personas poco productivas, las que se gestionan mal, caen en esta trampa
que genera perdida de valioso tiempo; especialmente si para desarrollar tu
trabajo tienes que utilizar internet, ya que resulta muy difícil poner un muro
de separación entre esas distracciones. Además, son muy poderosas y frecuentes,
adicionando que nosotros por naturaleza tendemos a despistarnos y
desconcentrarnos con gran facilidad.
De momento ya tenemos múltiples cantidades de servicios, aplicaciones y
herramientas en nuestras pantallas que son fuente de potenciales despistes.
Sólo por mencionar algunas de las más comunes:
·
Correo electrónico:
Muchos mantienen el e-mail abierto para estar pendiente de nuevos mensajes.
Además, habilitamos la opción de notificación, con una alerta visual y sonora,
lo que induce que se desvíe nuestra atención para responder de inmediato.
·
Mensajería
instantánea: Aplicaciones que nos permiten conversar con familia, amigos y
hasta colegas del trabajo. Del mismo modo, las tenemos abiertas de forma
ininterrumpida, favoreciendo que cualquier mensaje entrante (generalmente
irrelevante) haga apartar nuestra atención del trabajo.
·
Actualizaciones
del sistema: La mayoría de los sistemas operativos avisan en medio de una tarea
importante que ha encontrado nuevas actualizaciones y nos pide su
consentimiento para que sean instaladas. Una vez más, nuestra concentración se
ve interrumpida por algo que seguramente podría haber esperado hasta el final
de la labor. La buena noticia es que muchos de estos sistemas ya cuentan con
asistentes de concentración que sería ideal activar.
·
Redes
sociales (Twitter, Instagram, Facebook, TikTok, etc.): Tenemos estas
aplicaciones con constantes notificaciones lo que hace que las abramos, mirar
de vez en cuando si alguna persona que sigo ha subido alguna foto nueva, o si
alguno de mis amigos también ha actualizado historias con alguna novedad. Un hábito
que conduce a la procrastinación.
·
Otros
como YouTube, Flickr, Pinterest, blogs, foros, anuncios, tiendas electrónicas,
ofertas y la gran lista que le sigue, son pilares básicos del imbatible
ejército de las distracciones.
No quiero generar mal entendidos del punto de vista, no me estoy refiriendo
a que estos servicios sean malos, antes nos ayudan a solucionar gran cantidad
de problemas. Yo mismo utilizo diariamente casi todos los que he enumerados
anteriormente. Lo que resalto es la negatividad de las distracciones que generan
en nosotros. La clave para convivir con todos ellos y sacar provecho del internet,
es construir una saludable y beneficiosa relación basada en nuestra propia gestión
personal. Esas distracciones generalmente nos afectan porque no sabemos
gestionar nuestra atención y nuestras prioridades.
EXCESO DE INFORMACIÓN
Analizar toda la información que se expone roba tiempo y energía a otras
actividades seguramente más relevantes. Si al final del día midiéramos las
horas que hemos derrochado seguramente sentiríamos pena. No estoy proponiendo
eliminar esta costumbre, ¡por supuesto que no! Yo navego y leo mucho en internet,
forma parte de mi vida, mi profesión y realmente lo necesito. Pero sé lo que
leo, filtro lo que leo, elijo lo que leo y finalmente disfruto del resultado de
una lectura de calidad que brinda información relevante.
Nunca entenderé la obsesión que tienen muchas personas por controlar cada
caloría y gramo que se ingiere en la dieta a diario, y después no dedican ni un
solo instante a analizar mínimamente lo que su mente y espíritu consumen en los
medios. Ambas cosas son importantes y esenciales, eso es indiscutible, pero en
muchos casos, en cuanto al alimento mental, parece que “nos tragamos” cualquier
cosa, y además lo hacemos de forma compulsiva e indiscriminada.
Crear e implantar el juicioso ejercicio de filtrar lo relevante es
fundamental. Es una invitación a ser muy selectivos y estrictos con la
información y noticias que leemos a diario. En definitiva, a elegir
cuidadosamente el “alimento” de nuestra mente. No importa si por tu trabajo
tienes que leer al día 1 o 3 horas, la clave es cómo y en qué inviertes tu
tiempo y atención.
Tanto al iniciar el día como en diferentes momentos de la jornada,
muchas personas llevan a cabo una serie de “reflejos” que sólo
contribuyen a manchar su productividad. Se han asumido como algo normal y hasta
necesario, y se reproducen con instintiva repetición como ingrediente
indispensable de cualquier jornada de trabajo, entre algunos de estos están:
·
Iniciar
el día contestando todos los mensajes que llegan a nuestro número o correo.
·
Abrir y
ver la actualización del feed en redes.
·
Revisar
cada media hora las aplicaciones buscando “entretenimiento”.
·
Dejar
varias pestañas o aplicaciones abiertas, y seguramente al abrirlas trataremos
de terminar tareas que habíamos dejado pendientes en estas.
ALIADA
Cuando logras actuar con iniciativa, concentrarte, tener las prioridades
presentes en todo momento y dirigir tu energía diaria hacia el lugar adecuado,
tanto la tecnología como internet logran incrementar los resultados y calidad
de tu trabajo. Te hacen la vida más fácil.
Paradójicamente, parte de la solución precisamente está en la propia tecnología,
porque a su vez nos brinda una serie de fascinantes y eficaces herramientas con
las cuales podemos progresar. Sólo hay que conocerlas, utilizarlas y
aprovecharse de ellas para ser más productivos.
Para conseguir el gran resultado que todos anhelamos es necesario aprender
ciertos principios y fundamentos con los que podemos desarrollar hábitos de productividad
personal. Adicionando que vamos a utilizar la tecnología e internet para
reforzar nuestra productividad y valernos de esos principios para evitar caer
en las distracciones.
EJERCICIO PRÁCTICO
En esta pequeña prueba se plantea una serie de preguntas sobre la
relación que actualmente mantienes con la tecnología. Puntúa y valora cada una
de ellas con una nota y hazlo con absoluta sinceridad. A cada pregunta asignaremos
un numero de 0 a 10.
• ¿Cuántas horas al día le dedicas a Internet?
• ¿Qué importancia juega Internet en tu trabajo o actividad laboral? 0= ninguna importancia, 10= extrema importancia.
• ¿Qué importancia juega Internet en tu tiempo libre? 0= ninguna importancia, 10= extrema importancia.
• ¿En qué grado influye la tecnología (aplicaciones, asistente personal,
etc.) a la hora de organizar tus tareas? 0= no influye, 10= influye en todo.
• ¿Qué nota te pones a la hora de controlar tu sistema operativo y las
aplicaciones que utilizas? 0= no las controlo, 10= las controlo a la
perfección.
• ¿Qué nota te pones a la hora de controlar el correo electrónico
(aplicación, cascada de mensajes, etc.)? 0= no los controlo, 10= los controlo
adecuadamente
• ¿Qué nivel de distracción y pérdidas de tiempo introduce la tecnología
en tu vida? 0= ninguna, 10= extrema distracción
• ¿Qué importancia juega la lectura online (blogs, periódicos, etc.) en
un día cualquiera? 0= ninguna importancia, 10= extrema importancia.
• ¿Qué grado de orden, gestión y eficacia mantienes en tu escritorio,
archivos, etc.? 0=ningún orden, 10= total orden
• ¿Qué papel juegan las aplicaciones en tu vida? 0 = ninguna importancia,
10 = extrema importancia.
Ahora suma todas las puntuaciones que has asignado a cada una de las
preguntas y contrasta la cifra final con la siguiente clasificación. Ése es el grado
de influencia que la tecnología e internet juegan en tu comportamiento
diario:
0-25 puntos: BAJO.
25-50 puntos: MEDIO.
50-75 puntos: ALTO.
75-100 puntos: MUY
ALTO.